miércoles, 13 de agosto de 2014

Un fakir del Rock & Roll

M Clan en las Fiestas de María Pita (A Coruña, 10-8-2014) 

   Un buen momento. Dos décadas haciendo temblar los escenarios. Kurt Cobain aceleraba su depresión y se disparaba el monoplaza de Senna. Tarque y Ricardo Ruipérez siguen más enérgicos y satánicos que nunca. Trajeron en su maleta los clásicos de siempre. También algunos souvenir.  El diablo está en su vida. El tiempo les dio la razón. Gracias por los días que vendrán.
 
   La nicotina no erosionó su voz. ¡Qué canalla! Anestesia para este anochecer.  Ditirambo a los excesos. A falta de metales se hizo con un cono de obra y construyó una trompeta. Se dio un baño de masas, nada nuevo, con la sonrisa de un niño. Mayúscula complicidad entre los cinco.



   Aullando al desamor.  Exprimiendo sentimientos de un corazón asomado a la cornisa. Cuando se derrumba un muro de amor. La vida es una carrera de vallas. Una dolorosa despedida. Aunque, con permiso de Los Rodríguez, hay historias que matan y no mueren. Una pasión espinosa, una atracción irracional. Y de vuelta, diamantes de carbón. Basta de blues acabó con los días de luto. Una fe ciega en el placebo del amor. Ya nunca me podré alejar de ti.

   Clamó por una revolución del pueblo indignado. Las calles están ardiendo en el segundo país con mayor percepción de corrupción del mundo. Cosas que preferiría no tenerlas que decir.
   Dos años después A Coruña entregó las llaves de su ciudad a los apreciados forasteros. Ilusionados, expectantes, como un Domingo de Ramos. La plebe no estaba saciada. Que pasen treinta años antes de mañana. Sólo María Pita dio la espalda a los Murciélagos.  Miedo a ver el final.

domingo, 10 de agosto de 2014

Mi adorada Constantinopla

 Sensaciones, calores y olores de Estambul,
la ciudad más espectacular de nuestro planeta achatado

   Las tiendas van más allá del escaparate. Captación en la calle. Por nuestra fisionomía pronto deducen que somos del suroeste del continente. Raro si no hacen un chascarrillo en castellano o alaban nuestros heroicos deportistas. “No vayas al otro que es más caro”. Todos son más baratos que aquí. Puestos ambulantes de zumos, piruletas caseras de colores, ajos,mejillones al vapor…A uno de los heladeros malabaristas le falló el pulso.En el Gran Bazaar,laberinto cromático,revuelvo ropa hasta hallar falsificaciones de mi agrado. Nunca renuncio al arte del regateo.

   En Los restaurantes, gastronomía local o comida rápida, también aparece la omnipresente imagen de Atatürk. Alienación. Salchichas sin cerdo, ensaladas con pepino y perejil a granel, sopas de especias aliñadas con limón, cerezas… Mejor colonia que jabón para lavar las manos. 

   Té hirviendo para colmar la sequedad bucal. Y sus melifluas sobremesas son a base de pistacho, hojaldre, miel y pasas. Sonrisas anaranjadas. Echan un vistazo a periódicos de grandes dimensiones o  juegan una táctica partida de backgammon.En mi religión no cabe raki ni narguile.
   ¡Menuda bronca recibí por posar mi calzado en las alfombras de la Mezquita Azul! Los altavoces llaman cinco veces a la oración. Fuentes por doquier, donde lavan pies sin arena de playa.

   Pequeños toques de claxon para adelantar. Ni aspavientos ni improperios.No te sientes junto a una oriunda en el bus ni subas los decibelios a riesgo de una reprimenda.El tranvía va de lujo.

   En el hammam me derrito diez minutos en una sauna a setenta grados. Contraste con agua fría. Aparecen dos masajistas con bigote.Nos giran dejando ver tímidamente nuestras vergüenzas y nos enfundan un taparrabos. Ahí sentí amenazada mi virilidad.Con una áspera esponja liman asperezas cutáneas.Y nos enseñan esos despojos,borras,burlándose cariñosamente.En los masajes alternan ademanes suaves y bruscos.Alardean de su conocimiento articular. Una bolsa de espuma. Reposo en las nubes. Y los ojos turcos de la buena suerte ciegan mi intimidad.

lunes, 4 de agosto de 2014

La boda de Pili y David


 
   Dios cerró el grifo de la lluvia al mediodía y concedió una jornada despejada. Decían en los corrillos que el novio vistió esta mañana la camiseta de sisas para despacharse  ocho kilómetros. Para matar el nervio. No esperó por el fotógrafo al salir del auto como había acordado. Al altar sin titubear.   Su chica, asida al brazo cómplice de su progenitor, no le hizo esperar.

   Don Daniel, casado con Dios, aconsejó a los jóvenes. En un enlace hemos de aceptar también las diferencias e imperfecciones de nuestro cónyuge.   Dos líneas en paralelo se convierten en un “nosotros”. En la plena vorágine exclamó: “Si os amáis seréis un cosmético para el mundo.”


   Javier y Gonzalo, de blanco impoluto con cinturón ninja azul, portaban las alianzas. Les costara un mundo entrar por la alfombra roja con paso parsimonioso. “Las arras no sólo representan los bienes materiales; son un compromiso de vida en común”.

   Los invitados se retorcían para buscar las voces empastadas del coro. La sempiterna campana de la iglesia acompañó al “Ave María”. Los novios compartían confidencias y sensaciones.

   Comulgaron dos decenas de feligreses.   El padre de la novia, que dio cariñosos abrazos a su yerno toda la velada,tomó el púlpito y prometió unas palabras más prosaicas que las del Padre. Aportó tres consejos: la humildad, que es inmortal, la lealtad y tener convicciones profundas.

   Las abuelas de la Asociación Contra el Cáncer ya hacían barullo en la retaguardia. Tras la arrocina la pareja recibió mil parabienes. Dos autobuses aguardaban en el puerto. Destino Canaan.  

   Los invitados no esperamos por los novios para hincar el diente a los aperitivos.Tras el hórreo devorábamos clandestinamente. El truco es apropiarse las zamburiñas de camareros distintos.  

   Pilar y David confeccionaron los integrantes de las mesas y el suculento menú con mucho mimo. Entre plato y plato daba tiempo a una conferencia telefónica o a catar la fragancia de la es-quina del humo. Y a buscar un nuevo recoveco en el estómago. Por entonces Andy y Lucas ya jugarían a Epi y Blas en el corazón de Ribeira. Mi pala de pescado ya parecía una cuchara de Uri Geller.  El baile nupcial, ensayado a conciencia, salió impecable. Ni un pisotón al velo.


   Uno de los ramilletes fue para la hermana menor, que se llevó de propina un beso de tornillo de su pareja barbuda. Obsequiaron a unos fieles amigos con los muñecos de la tarta para desearles buena ventura. Y la liga, más tradiciones,se la ganó una chica mona.Al azar fue el lanza-miento del ramo casamentero pero no estoy seguro de quienes lucharon ciegamente por él.
 
   El speaker tenía pavor a que una copa acabase sobre su equipo de música. Ideó una parodia de Grease en la que los chicos conquistaban a las damas. Y abrió turno de peticiones. Olvidó la mía. O la obvió. Sandra, cuya retoña Lía adoptó los mofletes de su papá, defendió un tema de Alanis con afinación y pronunciación.Gabi y Sico,viejos rockeros, la flanquearon. La fraternidad.   

   Corría tinta sobre el libro de dedicatorias. Cuesta poner algo original y trascendental mientras otro espera. El novio, desabotonándose , estaba eléctrico. Ya aparecía borroso en todas las fotos. Acabó manteado por sus amigos. Moji, que ya ha superado el trance y bautizó a sus dos vástagos con nombres de pila de futbolistas míticos, le insistía que disfrutase cada segundo. Es una jornada irrepetible que pasa volando. La cara de David era el espejo de la felicidad.